Blog de Juantxi Sarasketa

CUIDADO CON EL 20N

Mientras los cazadores intentamos quitarnos de encima la última de las trabas con la que el Gobierno Socialista nos ha obsequiado, observo con preocupación determinados movimientos que están pasando desapercibidos para el colectivo y que pueden llegar a suponer un serio problema para la caza, los cazadores y otros grupos sociales relacionados con el sector primario.

EQUO, la muerte silenciosa

Se está cuajando el partido ecologista EQUO. Ya está clara su estrategia de intentar trasladar la “indignación” de la calle a la política, haciendo un claro guiño a movimientos sociales que muy poco tienen que ver con lo que realmente esconde este nuevo partido en sus entrañas. No me cabe ninguna duda de que, partiendo de que su programa electoral se está cocinando en la red (Internet), los grupos animalistas y antiespecistas, minoritarios pero muy activos en estos foros, están imponiendo su ideología, por lo menos en lo que a los “derechos de los animales” se refiere. Por otra parte, el declarado apoyo de periódicos como EL PAIS a cualquier noticia relacionada con EQUO hace sospechar sobre quién se beneficiaría de la posibilidad de que unos muy buenos resultados electorales les permitiesen ejercer de partido bisagra y las consecuencias de ese supuesto ‘pacto’ para la caza y otras muchas actividades.

No debemos seguir mirándonos el ombligo

Nuestro futuro como colectivo es un debate recurrente dada la disyuntiva en la que se encuentra actualmente. No hay un relevo generacional definido, los cazadores nos sentimos ‘acosados’ desde la Administración central con leyes y reglamentos que buscan nuestra lenta y agónica desaparición, y por último, pero no menos importante, nos sentimos estigmatizados por estereotipos anticaza que influyen directamente en nuestra imagen ante la sociedad.
Algo tiene que cambiar en el mundo de la caza

Ignoro si alguien será capaz de darle la vuelta a esto. Seguro que no es fácil. Quizá la mejor manera de hacerlo sea dar paso a los jóvenes y esforzarnos por transmitir a la sociedad no cazadora nuestra realidad como colectivo. Debemos empezar a pensar que somos y pertenecemos al mundo rural y, por tanto, debemos colaborar en su desarrollo. Debemos estar seguros de que como ciudadanos cazadores podemos hacer algo más que cazar y preocuparnos por las especies cinegéticas. Y, sobre todo, debemos participar como colectivo en la construcción y el bienestar de nuestra sociedad.

Los grandes cambios comienzan con pequeños movimientos.

Publicado en JARA Y SEDAL y DESVEDA.info

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